El Salmo nos presenta a Todopoderoso como nuestro refugio en medio de cualquier situación y nos muestra que en él podemos echarse en brazos.El nos ha prometido que nos guiaría rectamente; no sólo para mostramos el pecado, sino para libramos de él; no sólo para hacernos ver el aborrecimiento que tiene Dios al pecado y su maldición del mismo,